Biblioteca y ciudad. Relaciones institucionales

La vida cultural de Ciudad Real iba a verse afectada muy positivamente durante los años 40 gracias al tesón de un grupo de intelectuales que se propuso enorgullecer a la provincia con el legado que había pasado inadvertido por sus propios paisanos. El caldo de cultivo estaba bien asentado en la capital, donde se encontraban la Academia, el Instituto de Segunda Enseñanza, el archivo y la biblioteca provinciales. Dentro de las acciones encaminadas a mejorar e impulsar la cultura en la provincia, se procedió a exponer la red de archivos, bibliotecas y museos, así como la organización de los Institutos de segunda Enseñanza.

Existía en Ciudad Real una revista cultural ilustrada, Vida Manchega (1912-1918) de tirada semanal, algunos de cuyos colaboradores posteriormente trabajaron en otro proyecto cultural, la revista Albores de Espíritu. Entre ellos destacan Francisco Herencia, que luego fue redactor jefe y subdirector en Pueblo Manchego y Francisco Tolsada, subdirector de Vida Manchega y por entonces Secretario del Centro Organizador de Bibliotecas y Archivos.

Imbuido del espíritu cervantino que acompañaba la conmemoración del IV centenario del nacimiento de Cervantes, Martínez Val, Ángel Crespo, Francisco Tolsada y otros intelectuales de la época se manifestaron en 1943 en el recién creado diario del movimiento “Lanza”. Tolsada y Crespo se declararon a favor de la celebración de un verdadero jubileo en honor del Príncipe de los Ingenios. A la par, José Mª Martínez Val y Darío Zori en sus cartas abiertas propugnaron la constitución de un Patronato Provincial, encargado de llevar al terreno de la realidad cuanto en estas fechas se proyectó.

No solo en la capital, sino en pueblos de la región se percibía cierta inquietud cultural. Así, en 1944 comenzaba el proyecto de la ruta por Cervantes con el primer certamen literario en la ciudad de Tomelloso.

Tafalla Brotons, Josefina (2014). "Algunos apuntes sobre la literatura española de posguerra 1944-1949" ; "El Instituto de Estudios Manchegos y los Institutos locales en la Dictadura del general Franco", en Albores de Espíritu: Una Revista de la Posguerra en Estado Latente.  Tesis Doctoral, Universidad de Murcia, Facultad de Letras.

Entre otras publicaciones hay que destacar la del 27 de agosto de 1946 por el Dr. Francisco Tolsada, su artículo “Exaltación de la Mancha” en el que apelaba a sus paisanos de Ciudad Real a celebrar el IV centenario del nacimiento de Cervantes con “una gran Feria de muestras” y una “gran Fiesta literaria de la Exaltación […]” ante al parecer la desidia general de la ciudad. Sus palabras provocaron que todas las instituciones se volcaran en este centenario.

En este ambiente cultural efervescente surgió en Tomelloso (Ciudad Real) en septiembre de 1946 la revista “Albores de Espíritu”. Estuvo dirigida por Francisco Adrados Fernández hasta que se dejó de publicar en mayo de 1949. Nacía vinculada al Centro Superior de Investigaciones científicas (CSIC) pero financiada por una empresa privada. El plan de Albores prosperó porque concordaba con los planes educativos (…) y porque avisaba del centenario y de los actos que incumbían a la Mancha con motivo del homenaje a Cervantes.

El nacimiento de Albores causó la ayuda de más de cuarenta firmas durante los casi tres años de andadura en los que predominaron planteamientos ideológicos enfrentados como un proyecto común por Cervantes. Albores lograba el sostén inmediato y uno de los primeros fue, justamente, el de Ángel Crespo, junto al de Tolsada, o Martínez del Val.

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Una cabecera de Albores de Espíritu realizada por Adrados Fernández.

Gracias al esfuerzo de los anteriormente citados, Ciudad Real celebró en 1947 un ciclo de conferencias en el que intervinieron prestigiosos cervantistas, quienes lograron llenar cada domingo el recordado “Teatro Cervantes”, acto cultural de especial relevancia. También participó el resto de la provincia con actos de todo tipo. En enero de 1947 se creaba en Tomelloso la Comisión de Homenaje a Cervantes

La ambiciosa programación de actividades de 1947 se enfrentó a un análisis ya en el año 1948. Fue la Dirección de la revista “Albores de espíritu” la que repasando los actos programados para la celebración del Centenario Cervantino, somete a una dura crítica a los responsables de la Organización Provincial, “ya que no se ha hecho nada importante. Palabras, palabras… ¿No ha sido posible crear ningún museo, ninguna biblioteca, ningún parador que perpetuase la celebración de este centenario? No se ha hecho lo que Cervantes merecía” (Albores de espíritu, año III. Enero 1948. Nº 15, págs. 3-4).

A la par se produce la creación de la Comisión ejecutiva del Instituto de Estudios Manchegos por iniciativa de un joven catedrático de Historia y doctor en derecho D. José María Martínez Val, quien se rodeó de un selecto grupo de personas animadas por los mismos deseos. El Instituto contó desde su inicio con la ayuda de la Diputación Provincial, soporte económico de sus actividades a lo largo del tiempo, posibilitando el desarrollo de una parte considerable de los objetivos previstos en sus acuerdos fundacionales.

La opinión generalizada es que la fecha de creación del Instituto de Estudios Manchegos es 1947, año de la mencionada conmemoración del IV Centenario del nacimiento de Cervantes. Sin embargo, el Instituto publica el primer número de su revista Cuadernos de Estudios Manchegos en enero de ese mismo año lo cual permite suponer la previa creación de la Institución. A pesar de todo, años más tarde, en 1954, al publicarse los Estatutos del Instituto de Estudios Manchegos, en la página de presentación se lee textualmente: “En el año 1947, coincidiendo con la celebraciones centenarias…” dando por válida esta fecha.

Margarita, la esposa de Don José María, nos relata el nacimiento del Instituto de Estudios Manchegos:

“… En Ciudad Real encontramos gente de talla intelectual, gente con bríos y ganas de hacer cosas. Colaboraron mucho con nosotros Carlos Calatayud y Carlos López Bustos, catedráticos; Isabel Pérez Valera, Directora de la Biblioteca y del Archivo; el Ingeniero Jefe de Obras Públicas, Antonio Aguirre; los poetas Juan Alcaide, José Luis Barreda y Ángel Crespo; el escultor Jerónimo López-Salazar; los canónigos Dres. José Jiménez Manzanares e Ildefonso Romero, etc. De estos contactos salieron ideas y cosas concretas. Se creó el Instituto de Estudios Manchegos y salió a la luz su revista, Cuadernos de Estudios Manchegos. José María fue elegido director desde el primer momento”.

Hay que destacar la singularidad del Instituto de Estudios Manchegos pues apenas unos años tras su creación, en 1949 pasa a incorporarse al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) fundado por el General Franco en 1939. Los institutos locales existieron de forma desigual y las más de las veces se truncaron. No sucedió así en Ciudad Real o Aragón denominándoseles centros de estudios. (Fontana Calvo. Mª Celia. Instituto de Estudios Altoaragoneses. Cincuenta años de Historia, 1949-1999, Diputación de Huesca).

 

Jara Barreiro, Ángel: Creación del Instituto de Estudios Manchegos en el Diario Regional Lanza, Cuadernos de Estudios Manchegos, 38, pp. 27-42, 2013.

 

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Noticia de la creación del Instituto de Estudios Manchegos en el número de enero de 1947 de Albores de Espíritu

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